I
Los pensamientos no pueden viajar,
tampoco lo sentimientos se pueden expresar,
tan sólo tengo la tinta para comunicar.
II
Los músculos de mi cara, boca, y sistema respiratorio han perdido su fuerza,
se han disgustado, han decidido independizarse,
no se si volverán a juntarse.
III
En tan sólo poco tiempo las palabras fluían lento,
mi voz se convirtió en montaña rusa,
en segundos subía tan rápido que vibraba alto,
después descendía profundo tomando forma de susurro,
ahora lucho para elaborar una palabra mi alma está turbada.
IV
Queriendo alcanzar la cima de una montaña,
la gravedad de la tierra venció mi adrenalina,
caí a gran velocidad el suelo me recibió
pero mi cerebro no resistió, ahora vivo con una lesión,
paralizado parcialmente, inmóvil del cuerpo pero ágil de mente.
V
La electricidad de mi cerebro fue evaluada, salio reprobada.
Las neuronas han dejado de proveer mensajes a los músculos que ayudan a la voz,
extrañan divertirse, disfrazarse de vibración e interpretar una canción.
VI
Aún así no me rindo aunque mi voz está cortada.
Ahora mi voz vivirá en todo mi cuerpo se transformará en movimiento,
volveré a aprender sé que creceré.
VII
Tú que en voz de alguien más ahora recibes esto solo te exijo algo: ¡no calles!,
la DISARTRÍA no es parte de tu vida, ¡usa tu voz! que es un fuerte cañón,
capaz de despertar un corazón acompañado de emoción.